Es uno de los sobrevivientes del equipo que ganó el primer título oficial a nivel local del club en diciembre de 2007. Es al mismo tiempo un referente. Su amor por el club y lo que transmite en el campo lo erigieron en uno de los más queridos por la gente de Lanús, que se ilusiona con un conjunto en el que él es clave, apuntalado por un entrenador al que no dudó en definirlo como el mejor de su carrera. En diálogo con "Crónica", Lautaro Acosta habló de sus ilusiones con el Granate y no se cansó de tirarle loas a Jorge Almirón.

-Terminaron el año con cinco victorias al hilo, ¿creés que estaban cerca del Lanús campeón?

-Sí, cerramos 2016 en un buen nivel, lo necesitabamos. Creo que nos habíamos relajado un poquito en el comienzo del segundo semestre pero al final pudimos encontrar ese nivel que tuvimos en el primer campeonato. Así nos acercamos a los primeros puestos.

-¿Le encontraron una explicación a ese relax?

-Creo que es normal. Después de ganar algo importante, un equipo se relaja en forma inconsciente. Nos tocó quedar afuera de las copas y en el campeonato local nos encontramos con cambio de horarios que nos habían perjudicado bastante. Jugando a las 2 de la tarde, no conseguimos ningún resultado positivo. El calor termina perjudicando al equipo que más propone. Si te fijás, esos partidos que no pudimos ganar y jugamos en ese horario, eran los que teniamos la pelota pero nos costaba estar frescos en los últimos metros.

-¿Se puede recuperar ese nivel o es imposible jugar mejor?

-Es difícil. Sabemos que se han ido jugadores importantes, que tienen que venir otros chicos que se deben adaptar a una forma de juego un poco compleja por lo que se propone por la idea ofensiva. Pero una vez que se adapten, van a encontrar un montón de facilidades. Por eso al ir cambiando jugadores, es difícil reemplazarlos pero me parece que si vienen futbolistas de la misma jerarquía se puede mantener la idea y por lo menos intentar jugar de la misma manera que el año pasado.

-¿Son el equipo que mejor juega?

-Sí, para mí Lanús es el equipo que por lo menos en idea e intención, es el mejor. Es el que más propone, a veces pueden salir o no las cosas.

-¿Por qué ustedes sí entendieron a Almirón?

-Me parece que en otros lugares no se le tuvo paciencia. No se miró con perspectivas a ese Independiente. Yo lo miraba y me gustaba. Era un equipo que se estaba armando, que venía de la B y que lo se le exigía era muy difícil con lo que había. Pero ha hecho jugar muy bien a ese equipo y le ha dado confianza a muchos jugadores importantes que hoy están afianzados. Pero por ahi no se valoró lo que hizo. Lo que yo puedo decir es que en este año he aprendido mucho más que en todos los que tengo de fútbol. Tener a Jorge es tener un curso acelerado de fútbol; es una enciclopedia. Es increíble conceptualmente lo que sabe y trato de aprender todos los dias.

-¿En un año aprendiste más que en 11 años?

-Sí. Y mirá que tuve a Cabrero, Cúper, Tocalli, el Tata Martino, a Michel González, a Marcelino que está en Villarreal. Un montón de entrenadores en Europa y contando a todos, la verdad es increíble lo que aprendí con Jorge.

-¿Y por qué sigue siendo mirado de reojo?

-Tal vez ese perfil bajo que muestra no lo ayuda a "venderse". Le cuesta eso. Otro tipo con las cudalidades que él tiene, estaría dirigendo cualquier equipo de primer nivel o selección porque es un hombre muy capacitado.


"Soy hincha del club y quiero ganar la Libertadores"

Lanús ya sabe lo que es levantar torneos internacionales. En 1996, cuando el club estaba “virgen” de títulos, se alzó con la Copa Conmebol; y en 2013 hizo lo propio con la Sudamericana. Pero hay algo que lel Sur les quita el sueño y Acosta lo asume.

-Está claro que el gran objetivo de 2017 es la Libertadores...

-Es muy difícil porque es la obsesión de muchos y, obviamente, de Lanús, que nunca pudo ganarla. El club está en un gran momento y siento que es el momento de hacerlo, de dar un paso importante. Pero sabemos que a nivel continental es la competencia más importante y todos los equipos se preparan para ganarla.

-Pero no vas a decir que no soñaste con levantarla...

-Obviamente, soy hincha de Lanús y sueño con ganarla en algún momento. También sé que es muy difícil. Hay un gran equipo, una institución ordenada que va a dar el apoyo al equipo desde su lugar. Haremos todo lo posible para darnos ese gusto pero lo repito, es muy difi cil. Es inevitable que se ilusione la gente pero más allá de eso somos conscientes de la complejidad del torneo.

-¿Cómo ves el grupo de arranque?

-Va a ser complicado. Nacional de Uruguay es un equipo copero; Chapecoense viene de un golpe durísimo pero se está rearmando y va a ser bravo. Y Zulía tiene la ilusión de todo equipo nuevo. Va a ser un grupo muy reñido en el que intentaremos estar a la altura para clasificar.


El no a una oferta china

-¿Por qué no quisiste irte del club?

-Hubo una oferta de China que me comentó mi viejo pero no sé ni de qué equipo ni los números que se manejaban. Me comentaron que había algo concreto, pedí que lo hablen con mi papá pero que estaba muy cómodo en Lanús y más allá de lo que se ofrezca, no tenía ganas de irme, salvo que el club decida que me tenga que ir. En ese caso daría un paso al costado porque jamás lo perjudicaría. Mientras me brinde la posibilidad a mí, la decisión será quedarme. No sé lo que puede pasar de acá en adelante. Sí me encantaría terminar mi carrera con esta camiseta.

-¿Hay algo de lo que arrepientas?

-He tenido muchas lesiones en Europa como cuando llegué a Boca y también cuando volví a Lanús. Gracias a Dios el tema de las lesiones lo he dejado a un lado. Le encontré la vuelta a eso. Obvio me queda esa espina de haberme dado cuenta tarde de eso. Pero creo que todo sirve como aprendizaje, trato de tomarlo de esa manera, de no volverme loco ni mirar para atrás.