Atlético Tucumán logró esta noche una épica e histórica victoria por 1-0 ante El Nacional en el Estadio Olímpico Atahualpa, en Quito, y se clasificó para intervenir en la tercera fase de la Copa Libertadores de América. A los 19 minutos del segundo tiempo, Fernando Zampedri, el peligrosísimo e insistente delantero entrerriano, cabeceó a colocar y puso la pelota por encima del cuerpo del arquero Darwin Cuero para darle al Decano el merecido boleto y por el que tuvieron que sobreponerse a innumerables problemas durante la jornada, a tal punto que por llegar muy demorados a Quito hasta estuvieron a punto de quedar eliminados sin siquiera jugar.

Este desquite, del 2-2 con que terminó el juego de ida en el Monumental José Fierro, empezó con más de una hora de atraso y por ese motivo la dirigencia del club ecuatoriano presentó a su equipo bajo protesta, dado que los tucumanos se excedieron en la demora hasta del margen de tolerancia que se contempla en los reglamentos.

La delegación de Atlético sufrió desde la tarde porque en el aeropuerto de Guayaquil por problemas de documentación se le impidió abordar el vuelo que tenía previsto, por lo que tuvo que que valerse de un servicio de línea. Al estadio los tucumanos llegaron con tantos inconvenientes y urgencias que hasta se vieron en la necesidad de utilizar la indumentaria del seleccionado argentino Sub 20, que participa en Quito del campeonato Sudamericano de la categoría.

A pesar de todas esas dificultades, el plantel que conduce Pablo Lavallén buscó la clasificación con pasión y mucha gente en posiciones de ataque. Ya en el primer período Zampedri fue un factor de riesgo para los anfitriones y en el segundo segmento recibió el premio adecuado, tanto para él como para su equipo.

El Nacional fue impotente toda la noche y por eso el desenlace estuvo a tono con lo ocurrido y ofrecido por los protagonistas a lo largo de los dos encuentros, el primero en San Miguel de Tucumán y el de esta noche quiteña.