En ese sentido, el Millonario fue el que sacó rédito al imponerse (3-1) sobre el Granate, por lo que quedó a ocho unidades del rival de toda la vida. Ahora, el sueño de conquistar América -en Núñez- estará acompañado por el anhelo de exigir hasta el final en el ámbito local.

El último antecedente entre ambos era la Supercopa Argentina, que quedó en manos del equipo dirigido por Jorge Almirón. Y al igual que en aquel encuentro en La Plata, tuvieron poca lucidez en la generación de juego, carencia que fue suplida con sacrificio: en ese sentido, el local aprovechó una de las tantas corridas de Lautaro Acosta por el sector derecho, para desembocar en José Sand, el inoxidable delantero que sigue amargando a los grandes y que marcó el 1-0 transitorio.

Pero la tendencia se alteró en el complemento, especialmente a partir del rédito que le sacó la visita a un desacierto en la terna arbitral. A los 3 minutos, Ariel Rojas -en posición adelantada- convirtió la igualdad, que se alteró en el último tramo del cotejo: a los 34 minutos, momento en el que el trámite era muy parejo, Gonzalo Martínez ensayó un tiro libre que superó la resistencia de Esteban Andrada, después de un desvío en la barrera, y en tiempo de adición Auzqui definió una destacada jugada elaborada. De esta manera, River se vengó del último enfrentamiento entre ambos, sumó tres unidades en un recinto muy complejo y se ubicó en una posición expectante que le permite soñar en ambos frentes...