Luego de la consagración de River Plate, que le ganó 2-1 a Estudiantes de La Plata por la final de la Supercopa Argentina, el entrenador Martín Demichelis analizó el encuentro y también dejó varias reflexiones sobre lo que habló con los jugadores en el entretiempo luego una mala labor en los 45 minutos iniciales. Además, la explicación de los cambios que revirtieron el score, su elogio a Enzo Pérez y el ejemplo de Pep Guardiola que usó para pedir por mayor paciencia en el fútbol.

“La verdad es que este partido me lo imaginé, lo soñé y lo venía pensando hace tiempo. Del otro lado hay un grandísimo entrenador, un grandísimo equipo, cuando entendí que posiblemente jugaba Cetré, con condiciones similares a las de Campaz, elegí que jugara Boselli. Y cuando vieron nuestra formación pusieron a Cetré del otro lado y a Boselli le costaba saltar hasta José Sosa, a quien conozco mucho y tiene grandísimas condiciones”, afirmó.

”Podría haber hecho un cambio a los 15 minutos y poner una especie de volante más y Santi Simón es ese volante y conoce la tarea por haber jugado el último tiempo más retrasado. Era él quien tenía que saltar hasta José y nos podía dar inicio con el pie. El gol nos afectó. Nos puso impacientes. No éramos nosotros en el primer tiempoT. Gracias a Dios corrigieron e Hicimos un muy buen segundo tiempo. Llevamos a campo rival y lo equiparamos mucho. Tuvimos la fortuna de poder acertar en el segundo tiempo”, agregó.

Sobre su desahogo en el festejo del segundo gol, que fue una obra de arte de Rodrigo Aliendro, respondió “ustedes hagan las interpretaciones que quieran, era una final y cómo no voy a gritar un gol. Voy a contar algo porque puedo hablar con autoridad de la derrota. Perdí las tres finales más importantes que puede tener un futbolista: de la Copa del Mundo, de la Champions League y de la Copa América. En el entretiempo les dije a los chicos ‘las finales no vuelven y el partido está para jugarlo y ganarlo’. Por eso quería por los chicos entendieran que en el primer tiempo no estábamos jugando bien. Obedecieron, se dedicaron a jugarla y ahí están los frutos. Estaba mi familia, que obviamente se come todos los palazos. Me pude ausentar de lo que se dijo estos días y seguramente si hubiese leído a tantísimos opinólogos que hay, y está bien que suceda en un fútbol y un país tan pasional, tendría que haber cambiado el once inicial cada día. No jugamos bien el primer tiempo y el segundo sí lo jugamos bien”.

También habló sobre el saludo con Enzo Pérez, a quien elogió. “No me sorprendió el saludo de Enzo (Pérez). Yo también lo respeté muchísimo a él. En el último partido puse a él por encima de todos sabiendo que era su último partido. Para que él se pudiera retirar. Me era indiferente si me venía a saludar o no. Siempre analicé al jugador. Él se entrenaba fenomenal y por eso jugaba. Cuando me designaron entrenador lo llamé y le pedí que siguiera, tenía mucho para darnos y nos lo dio”.

Reconoció que se vieron superados por Independiente el último partido por la Copa de la Liga y también destacó la labor de Tevez como DT del Rojo. “Después de no haber jugado un buen partido ante Independiente, en el que nos superó en el primer tiempo, no fui a la conferencia de prensa porque mi cabeza estaba puesta en Estudiantes. No había mucho para decir, a veces el rival te supera y hay que aceptarlo. Independiente nos superó. Lo felicito a Carlitos porque lo está haciendo muy bien. Terminó el partido con Independiente y mi cabeza estuvo con el partido con Estudiantes”, aseguró.

Ante la continua demanda de buenos resultados, esgrimió que “Guardiola tardó siete años en ganar la Champions pudiendo gastar lo que quisiera y traer a cualquier jugador. Entonces no es tan fácil y tan sencillo”.

También respondió sobre el “poné a los pibes” que cantó la gente a los 19 minutos del complemento: “Se escuchó desde mi casa, pero había que esperar los momentos del partido. Hace tiempo atrás me decían ‘por qué no juega’ (sobre el Diablito Echeverrri). Cuando salió con Boca ‘por qué lo saca’. En el partido con Independiente Rivadavia quedó tirado en un momento. Le di más tiempo. Siguió cansado y demostró que no podía terminar el partido. Para que se dé cuenta la gente también que en algún momento tenía que salir porque no podía terminar bien físicamente el partido. No lo saco porque tiro una moneda. Tengo que tener paciencia, escuchar poco y nada, y tratar de hacer lo mejor para el equipo, no para mí. Y no pongo a ningún nombre por encima de otro. A veces los cambios van a dar resultados y a veces no, pero siempre los hago por el bien común, para que gane River, a quien amo y agradezco que hoy tengamos un título más”.