Con el anuncio del titular de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, de que el organismo abrió un plan de pago para regularizar deudas judiciales y prejudiciales en Inmobiliario Urbano y Rural, Automotor y Embarcaciones Deportivas que estará disponible hasta el 15 de diciembre, se allanó el terreno para avanzar con el regreso de un beneficio impositivo que había sido suprimido este año y ahora volverá al ruedo en 2025: los descuentos por buen contribuyente y por adhesión al débito automático. Los mismos eran un pedido de las entidades del campo y otros sectores que este año abrieron unDurante este año, distintas entidades rurales mantuvieron focos de tensión con el gobierno bonaerense producto de la política fiscal que incluyó a finales de marzo el llamamiento a una rebelión fiscal; en un reclamo que fue avalado por el diputado nacional por La Libertad Avanza, José Luis Espert y el propio presidente Javier Milei. Si bien los niveles de cobrabilidad no bajaron, el sector consiguió una reunión con el gobernador.

En ese momento, los productores planteaban que la suba del impuesto inmobiliario rural supera el tope del 200% establecido en la Ley Fiscal Impositiva 2024. En rigor, los montos se superaban porque en la comparativa neta que se hacía no se discriminaba que para el corriente año ya no regían los beneficios impositivos de buen contribuyente y el descuento por adhesión automática. A esta secuencia se le sumaba la modificación a la base imponible de las propiedades que aumentó un 21,4% -es decir, la valuación fiscal que ARBA hace de los campos en cuestión- las mueve de categoría y terminan pagando por encima de ese tope de 200%.