Ayer fue presentado oficialmente en La Bombonerita, donde aseguró: “Tenía que volver a jugar en algún momento. Iba a llegar, si no era acá iba a llegar en otro lugar”. Y agregó: “Era mas fácil venir acá que estar en un lugar desconocido. La idea era esa. Boca es una gran pasión, aunque yo soy de Unión, pero mi familia es bostera. Este club mueve muchas cosas”.

El escolta santafesino explicó que “Boca es muy fuerte en la parte médica y me da mucha tranquilidad. Por el tratamiento que venía y vengo haciendo necesitaba saber que hubiera gente que me respalda”. Con 34 años, Delfino no tuvo demasiado rodaje en los últimos tres años y medio, a partir de una complicada lesión en el pie derecho, con la rotura del hueso escafoides, lo que le demandó nueve intervenciones quirúrgicas.

“Me hace muy bien estar acá, estoy muy contento. Estar cerca de casa, me juega mucho lo emotivo”, confesó el Lancha, quien se encontrará en el Xeneize con su hermano Lucio y otros conocidos como el panameño Gary Forbes, con quien jugó en Toronto Raptors (2007/2008) y Nicolás Gianella, compañero en Reggio Calabria de Italia (2000- 2001).

“Con Nico (Gianella) vine hablando mucho y me fue contando cómo estaban los chicos”, reveló. “Tengo nervios como el primer día, por la expectativa que hay, porque la posición en la tabla no representa una situación cómoda (está último en la Conferencia Sur). Desde lo deportivo, muchos me dijeron: ‘¿Dónde te metiste?’”, comentó.

Sobre su ubicación en la cancha, expresó: “Será cuestión de que me vaya adaptando a lo que pretende el técnico. Yo me adapto a las posiciones de 1, 2 o 3, según los casos. Eso me dará flexibilidad. Pero yo quiero empezar a jugar”.

Sin embargo, no aseguró su presencia para el partido de hoy ante Ferro. “Vamos a ver cómo evoluciono. Por ahora me está matando el jet lag (síndrome de diferencia horaria). Lo iremos viendo con Ronaldo (Córdoba). Si vemos que puedo colaborar, tendré minutos”, adelantó