Viernes 19 de Abril de 2024

  • 17.8º

17.8°

EL Clima en Saladillo

CURIOSIDADES

7 de enero de 2018

Hace 23 años: así fue el último día en la vida de Carlos Monzón

Hace 23 años: así fue el último día en la vida de Carlos Monzón
Dijo el locutor con excitación y dolor: "¡¡Último momento, urgente!!!: la agencia Télam acaba de confirmar que el ex campeón mundial de peso mediano había perdido la vida a los 52 años tras un accidente automovilístico ocurrido en Santa Fe
Por Cherquis Bialo, Especial para Infobae

Dijo el locutor con excitación y dolor: "¡¡Último momento, urgente!!!: la agencia Télam acaba de confirmar que el ex campeón mundial de peso mediano Carlos Monzón perdió la vida a los 52 años tras un accidente automovilístico ocurrido en la ruta 1 cerca de Los Cerrillos, Departamento de Santa Rosa de Calchines a unos 35 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. Monzón, condenado en julio de 1988 a 11 años de prisión por el homicidio de Alicia Muñiz, disfrutaba de una salida transitoria concedida por su buena conducta tras cumplir cinco años y seis meses de prisión –más de la mitad de la condena- en la cárcel santafecina de Las Flores. Según las primeras informaciones oficiales Monzón conducía un Renault 19 gris claro patente B 2705773 y habría perdido el control del vehículo al tocar este con su neumático trasero del lado derecho el borde la ruta. El ex campeón mundial entre los años 70' y 77', durante los cuales defendió exitosamente 14 veces su corona de peso mediano, no iba solo. Lo acompañaban su amigo Jerónimo Mottura de 63 años, jubilado -también fallecido- y la señora Alicia Fessia, cuñada de Monzón, con muy serias lesiones, quien lucha por su vida. Según ha trascendido, Monzón no llevaba puesto el cinturón de seguridad y tras el impacto de su auto contra un cañadón, su cuerpo, apenas cubierto por un pantaloncito corto de fútbol y una remera clara, fue despedido violentamente”.

 

"Vamos al aire…silencio todo el mundo, vamos al aire", dije una y otra vez, mientras iba la cortina. Eran las 19:15 aproximadamente. Hacía varios minutos que la cortina musical resultaba el único sonido de la Oral Deportiva. Un brillo acuoso me nubló la vista. Me tomé las sienes para pensar. Debía hacer el programa que no quería cual sería recorrer la vida de Monzón apelando a la memoria evocativa.

 

Tito Lectoure, quien era el dueño del Luna Park y consiguió la pelea por el Campeonato del Mundo frente a Nino Benvenuti, se enteró al aire sobre la infausta noticia. También el doctor Roberto Paladino, quien lo acompañara como su médico personal en todas sus peleas. Ni ellos ni otros protagonistas de la vida de Monzón pudieron sobreponerse a la emoción y se quebraron.

 

Informamos entonces que Carlos Monzón había obtenido el beneficio de las salidas temporarias por 48 horas el 13 de Agosto de 1993. Siempre había cumplido con las obligaciones impuestas por la ley. El Director del Servicio Penitenciario de Santa Fé, Carlos Renna, le había leído los requisitos y éstos fueron siempre cumplidos minuciosamente.

Por cierto y tal como lo hacía siempre, Monzón cenó el sábado 7 de Enero de 1995 en "El Quincho de Chiquito" lugar que le resultaba familiar, contenedor y amistoso pues siempre estaba rodeado de buenos amigos. Allí Carlos pasó una noche serena y agradable, lejana al presagio que se trataba de la víspera de su trágica muerte. Y decidió que si hiciere calor iría a pasar el día siguiente, domingo, a un lugar que él denominó Calacaya donde había un río, un recreo y poca gente que lo perturbara. Por lo general, esos domingos de verano solía ir al camping de la UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación). Su Secretario General por entonces Emilio Maguid le tendió una mano solidaria en los tiempos oscuros de la cárcel: le propuso ser instructor de boxeo de los hijos de afiliados que iban a ese espacio. Esa función también la cumplía en días de semana con boxeadores amateurs y profesionales a quienes entrenaba bajo el régimen de salidas temporarias con obligación de regresar cada noche y dormir en el Penal.

No obstante, acaso abrumado por las siete mil personas que solían concurrir a ese camping cada domingo, y para evitar autógrafos, fotos, diálogos y alguna que otra provocación que nunca faltó en su vida, Monzón aceptó la propuesta de su amigo Jerónimo Mottura e invitó a su cuñada Alicia Fessia para hacer un asadito a la vera de un río. Estaban a unos 35 kilómetros de Santa Fé y Monzón debía presentarse en el Penal de Las Flores a las 20 horas.

Pasadas las 17 y como para que sobre tiempo emprendieron el regreso sin saber que iban al encuentro de la muerte. Quien por entonces era el Gobernador de la Provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann, sostuvo que Monzón se infartó mientras manejaba. Para algunos testigos se desnucó a juzgar por la deformación y los hematomas en su rostro. Muchas versiones sucedieron al trágico hecho desde la distracción hasta el alcohol. Ninguna logró ser demostrada.

 

Carlos, decime la verdad , ¿es garrón?.

De punta a punta. Pero fui gil. Cuando el Maxi sea grande te la cuento toda. Ahora no. –

Los tiempos futuros sostendrán su grandeza. Será una cifra asombrosa o una anécdota mística. Sonará en los oídos de los hombres sin edad. Cuando se lo mencione se tratara de algo epopéyico o apocalíptico. O no se dirá nada más que Monzón como si un suspiro vibrante resumiera el concepto absoluto del todo, del siempre, hasta homenajear con simpleza la anchura del campeón.

Texto completo en Infobae.

COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!