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19 de mayo de 2015

De panaderos y drones a plateistas tumultosos

En una noche de locura, la violencia marcó el final de la triología superclásica. La agresión con gas pimienta a los jugadores de River, la entrada de un drone al campo de juego y lo botellazos de los plateístas de Boca fueron algunos de los episodios más significativos, el jueves pasado, en la Bombonera.

El Panadero pero no Díaz…

El foco de la investigación se centró en encontrar a los responsables de tirar el "gas pimientas tumbero", que les arrojaron a los jugadores millonarios. Según trascendió, el club ya habría identificado "a los siete responsables", entre los que se destacaría Adrián El Panadero Napolitano, "un integrante de la tercera línea de la barra" y que está "distanciado de Mauro Martín y Di Zeo, según destaca una investigación del diario Perfil.

 

Roja para los plateistas

El presidente de Boca, Daniel Angelici, afirmó el viernes, en el programa Animales Sueltos (América), que "la intención es ir a fondo". ¿Qué significa esto? Que además de los que provocaron el incidente inicial en la manga de River, todos los socios que hayan arrojado algún proyectil desde la platea baja al campo de juego deberían ser expulsados de la institución. "Vamos a sancionar sin ninguna duda a todos aquellos que creemos que no le hacen bien al club", había dicho el dirigente poco antes, durante la conferencia de prensa.

 

El Drone en la Bombonera

19.25, una hora y 35 minutos antes del inicio del partido, un drone ingresó volando sobre la popular sur baja y comenzó a llamar la atención de los socios xeneize, que ya completaban en gran número la tribuna. El objeto volador intentaba superar un pequeño techo que sirve de protección para cuando hay público visitante en las tribunas superiores. Una vez que lo logró, comenzó a descender lentamente hacia las gradas. En ese momento, una persona lo tomó y lo escondió debajo de su buzo. "Se lo está robando", era la apreciación general. Pero no.

Después de ingresar el drone volando, este sujeto (encapuchado) se subió ahí y lo "disfrazó" de fantasma.

Le alcanzaron dos bolsos (con un sistema elaborado con una botella como gancho y una larga soga) y saltó del otro lado del muro, donde hay un techo alto. Desde allí, "vistió" al "fantasma" y controló el drone en la salida de los equipos. Aunque fracasó: el aparato chocó contra una pared.

Luego, con el partido detenido por los incidentes, el mismo "hincha" encapuchado (que fue fotografiado por Gonzalo Perlo, un piloto de TC) controló el dispositivo a la vista de todos, ya sin ocultarse detrás de un muro. En el grupo de los responsables de introducir el drone se encontraba una persona que llevaba un chaleco fluo de la empresa de seguridad contratada por el club.

 

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